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MIS DIABLOS Y DIABLESAS

sábado, 30 de enero de 2016

NEW WORLD ORDER...O COMO EMPEZAR A MATAR DE FORMA SELECCIONADA

¡Llega un nuevo virus!: psico-terrorismo y armas bacteriológicas.

El uso de insectos para trasmitir enfermedades ha sido objeto de profundos estudios en 

Fuerte Detrick. Un periodista escribió que el inventario de insectos del Fuerte Detrick en 

1959 incluía mosquitos infectados con fiebre amarilla, malaria y dengue; pulgas infectadas 

con plaga, garrapatas con tularemia, fiebre recidiva y fiebre de colorado; moscas 

domésticas infectadas con cólera, ántrax y disentería.
Según datos revelados por el Ejército norteamericano hace alrededor de 20 años, en julio 

de 1958, el Centro de Armas Bacteriológicas de las Fuerzas Terrestres de Estados Unidos 

realizó experimentos con mosquitos Aedes aegypti portadores de la fiebre amarilla, que se 

llevaron a cabo en un polígono aéreo en el estado de la Florida. El enjambre de mosquitos -

no contagiados como es lógico- compuesto aproximadamente de unos 600 mil ejemplares, 

fue dispersado sobre el polígono desde un avión. Los resultados de las investigaciones 

realizadas demostraron que los mosquitos alcanzaron en un día distancias de 1,6 a 3,2 

kilómetros y picaron a muchas personas; que el Aedes aegypti poseía grandes 

posibilidades para la transportación de la fiebre amarilla a grandes distancias.

El 29 de octubre de 1980 un cable procedente de 

Washington informaba que:

"...el Gobierno de Estados Unidos pensó seriamente usar el 

mosquito portador de la fiebre 

amarilla contra la Unión Soviética en 1956.

"Según documentos militares desclasificados y dados a conocer hoy, el ejército 

norteamericano consideró la utilización del mosquito Aedes aegypti para infectar con fiebre 

amarilla el territorio de la URSS.

"Millones de mosquitos portadores de fiebre amarilla se experimentan en Fuerte Detrick, 

Maryland, con capacidad para producir medio millón mensual, mientras se esperaba el 

inicio de la construcción de una nueva planta diseñada por el ejército con capacidad de 

130 millones de mosquitos mensuales.


"Los documentos desclasificados aseguran que la agresión contra la URSS sería llevada a 

cabo tomando en cuenta la imposibilidad de la Unión Soviética de poner en marcha un 


programa de inmunización masivo contra el ataque de los mosquitos."
Se trataba de una gran potencia, a una gran distancia, y un inmenso territorio, con la cual 

Estados Unidos no estaba en guerra. Sin embargo, se acariciaba la idea de un silencioso 


sabotaje biológico.
Puede servir como antecedente para explicar lo ocurrido en Cuba, un artículo del periódico 

The Miami Herald, nada sospechoso de amistad con Cuba, publicado el día 1º de 

septiembre de 1981:
"WASHINGTON. El altisonante planteamiento de Fidel Castro de que las ‘plagas nocivas’ 

que destruyen cosechas y animales en Cuba, y la epidemia de la fiebre del dengue que ha 

ocasionado la muerte a más de 100 personas en la isla son obra de la Agencia Central de 

Inteligencia (CIA) no parece inconcebible para los autores de un nuevo libro que saldrá a la 

luz este otoño.
"El exagente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) William W. Turner y el 

periodista Warren Hinckle refieren que Estados Unidos utilizó la guerra biológica en Cuba 

durante la administración de Nixon.
"Los autores alegan que la CIA ha comprometido a Estados Unidos en una guerra secreta, 

no declarada e ilegal contra Cuba durante más de 20 años. El llamado Proyecto Cuba es el 

mayor y menos conocido que la CIA opera fuera de los límites legales de sus estatutos, 



afirman.
"La historia del Proyecto Cuba es la historia de una importante guerra norteamericana no 

declarada por el Congreso, no reconocida por Washington y no informada por la prensa."
Con anterioridad, un cable de la UPI fechado en Washington el 9 de enero de 1977 informó 

lo siguiente:
"Newsday, diario de Long Island (Nueva York), dijo hoy que ‘al menos con apoyo tácito de 

la CIA, agentes ligados a los terroristas anticastristas introdujeron el virus de la fiebre 

porcina africana en Cuba, en 1971’.
"Seis semanas después, un brote de la enfermedad obligó a las autoridades sanitarias de 

Cuba a sacrificar 500 mil cerdos, a fin de evitar una epidemia animal de proporciones 

nacionales.
"Una fuente no identificada de la CIA reveló a Newsday que a principios de 1971 se le 

entregó un recipiente que contenía virus en Fuerte Gulick, base del ejército de Estados 

Unidos en la Zona del Canal de Panamá, también utilizada por la CIA, y que el mismo fue 

llevado en un pesquero a agentes que operaban clandestinamente en Cuba.
"Era la primera vez que la enfermedad se manifestaba en el hemisferio occidental." "Se 

sabe por propia admisión que en los momentos en que se produjo en Cuba el brote de la 

fiebre porcina africana, la CIA y el ejército de Estados Unidos estaban experimentando con 

venenos, toxinas mortales, productos para la destrucción de cosechas y otras técnicas de 

la guerra bacteriológica."
Hay una montaña de evidencias, antecedentes y hechos que no hay forma posible de 

ignorar.
EL DENGUE HEMORRÁGICO HIZO ESTRAGOS EN CUBA
Lo incuestionablemente real es que en pocas semanas la epidemia de dengue hemorrágico 

en Cuba, donde no había existido nunca, alcanzó la cifra sin precedente conocido en 

ningún otro país del mundo de 344.203 personas afectadas, dándose el caso 

verdaderamente récord de 11.400 nuevos enfermos reportados en un solo día, el 6 de julio 

de 1981.
Un total de 116.143 enfermos fueron hospitalizados; alrededor de 24 mil pacientes 

sufrieron hemorragias; 10.224 sufrieron shocks por dengue en algún grado.

Ciento cincuenta y ocho personas fallecieron como consecuencia de la epidemia, de ellas 101 niños.
Todo el país y sus recursos fueron movilizados para luchar contra la epidemia. Se 

combatía intensamente y a la vez en todas las ciudades y poblados del país la presencia 

del vector, con todos los medios posibles y con productos y equipos adquiridos con toda 

urgencia en cualquier parte, incluido Estados Unidos donde a través de la Organización 

Panamericana de la Salud se solicitó y finalmente en el mes de agosto se obtuvo la venta 

de un importante larvicida. Los medios químicos y equipos eran trasladados muchas veces 

por vía aérea, en ocasiones de lugares tan distantes como Japón, en cuyas fábricas 

pudieron obtenerse miles de motomochilas de fumigación. Hubo que traer malathion desde 

Europa, por avión, a un costo de transportación de 5.000 dólares por tonelada, es decir, 

tres veces y media más que el valor del producto.
En adición a la red hospitalaria existente, decenas de escuelas para alumnos becarios 

fueron convertidas en hospitales a fin de aislar sin excepción a cada uno de los nuevos 

enfermos que se reportaban cada día. Simultáneamente se construían y equipaban salas 

de terapia intensiva en todos los hospitales pediátricos del país.
De este modo, el 10 de octubre de 1981 fue reportado el último caso de persona afectada.


De no haber sido por aquel colosal esfuerzo, habrían podido fallecer decenas de miles de 

personas, en su inmensa mayoría niños.
Había sido derrotada en poco más de cuatro meses una epidemia que muchos expertos 

pronosticaron que harían falta años para erradicarla. La afectación económica fue también 

considerable.
Sobre la guerra biológica o bacteriológica contra Cuba, el periodista e investigador cubano 

Pedro Etcheverry Vázquez realizó un extenso y detallado trabajo periodístico que fue 

publicado en la principal revista cubana, Bohemia.
Etcheverry nos dice: “Durante más de medio siglo, dentro del arsenal de modalidades 

subversivas aplicadas por los Estados Unidos en su política agresiva y hostil contra Cuba, 

han estado presentes las acciones de guerra biológica. La característica común de estas 

agresiones es su coincidencia en el tiempo con el impulso del Gobierno Revolucionario a 

los planes de desarrollo de actividades productivas específicas, destinadas a fortalecer la 

capacidad exportadora de la nación y la base alimentaria de nuestro pueblo”.
El trabajo investigativo del periodista detalla que en 1962 el Gobierno estadounidense 

comenzó a utilizar estos criminales métodos. Refiere la existencia de un documento 

secreto de EEUU, de fecha 18 de enero de 1932 y titulado Proyecto Cuba, en el que se 

exponían 32 tareas originales de la Operación Mangosta, y una de ellas era la siguiente 

formulación:
Tarea 21: “La CIA someterá el 15 de febrero un plan para provocar fracasos en las 

cosechas alimentarias en Cuba”. La Tarea 33 planteaba “…un plan para incapacitar a los 

trabajadores azucareros cubanos durante la zafra, mediante el empleo de medios químicos 

bélicos”. Este año se produjo una epizootia (epidemia entre los animales) de newcastle, 

enfermedad de origen viral que afectó más de un millón de aves de corral en Pinar del Río, 

La Habana y Matanzas.
Asimismo, podemos leer en la investigación de Etcheverry Vázquez testimonios de 

habitantes que refieren haber visto objetos que fueron lanzados por aviones no 

identificadas:
El 29 de mayo de 1964, vecinos de zonas rurales de Sancti Spíritus en Cuba observaron el 

descenso de objetos brillantes que al hacer contacto con la tierra se disolvían, dejando en 

la superficie una sustancia gelatinosa que se diluía en horas. El 2 de junio siguiente el 

Comandante en Jefe Fidel Castro expresó la probabilidad de que el Gobierno 

estadounidense estuviera detrás de estos hechos. Los acontecimientos ocurridos 

posteriormente demostraron que el máximo líder de la Revolución Cubana tenía razón.
El 19 de enero de 1965, en la finca Santa Catalina, en Santiago de las Vegas, descendió 

otro globo plástico y al impactar en el suelo expulsó un polvo blanco que afectó un 

cañaveral. El 4 de septiembre de 1968 fue detenido un extranjero al comprobarse que, 

actuando al servicio de la CIA, había introducido en Cuba un virus para perjudicar la 

producción de azúcar. Se ocupó el material biológico y se expulsó del país al visitante.
Los mosquitos y zancudos ya han sido probados en EEUU públicamente como un arma 

biológica
Tanto EEUU como el Reino Unido han hecho experimentos con mosquitos para su 

utilización como armas biológicas que supuestamente servirían para erradicar 

enfermedades. En enero de 2012 se generó una polémica en Estados Unidos cuando la 

empresa de Biotecnología Oxitec, hizo público que iba a liberar miles de mosquitos 

modificados genéticamente en el sur de Florida para realizar un experimento para buscar 

una cura efectiva a la enfermedad del "Dengue".
Estos mosquitos mosquitos transgénicos, conocidos como OX513A, eran del tipo Aedes 

aegypti, a fin de lograr los objetivos que se marcaba Oxitec, así lo informó la misma 

empresa. Se afirma que años antes, entre mediados de 2009 y principios de 2010 muchos 

de estos mosquitos fueron liberados por la empresa bajo la supervisión de la Unidad de 

Control e Investigación de Mosquitos (MRCU) de las Islas Caimán, un territorio británico de 

ultramar.

1 comentario:

Rafa Jinquer dijo...

http://hueleadespertar.blogspot.com.es/2012/02/ramificaciones.html

martes, 7 de febrero de 2012


saludos

BESOS Y HASTA LA PROXIMA VISITA AL INFIERNO